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Uno de los principios básicos de nuestro derecho societario es la independencia entre la personalidad jurídica de las sociedades y de las personas físicas, resultando en la exclusión de la responsabilidad personal de los socios en las sociedades limitadas y anónimas, lo que hace que éstos no respondan personalmente de las deudas contraídas por la sociedad (arts. 1.2 y 1.3 de la Ley de Sociedades de Capital, en adelante “LSC”), al ser de aplicación el principio de separación del patrimonio de la persona jurídica y de la persona física. Es decir, el patrimonio de los socios quedaría a salvo a pesar de las deudas de la sociedad.
Pero, en el caso de que las actuaciones de los socios sean abusivas, fraudulentas o contrarias a la Ley y se haya utilizado esta exclusión de responsabilidad para actuar impunemente, se podrá acceder al entramado de una empresa, adentrándose en su sustrato para evitar el uso fraudulento de su personalidad, mediante el uso de la teoría del “levantamiento del velo”.
Normalmente, las meritadas actuaciones abusivas consisten en la constitución de una sociedad para incumplir un contrato o para eludir la aplicación de alguna normativa jurídica, entre otros casos. Si bien, es cierto que hoy en día, la Agencia Tributaria está realizando muchísimas derivaciones de responsabilidad en el ámbito tributario.
¿En qué consiste el “levantamiento del velo”?
Es una teoría jurídica con carácter excepcional, por la cual se permite acceder al entramado de la empresa, a fin de actuar contra el patrimonio de los socios por las actividades fraudulentas realizadas en nombre de la sociedad, prescindiendo de ésta última como intermediaria de la relación entre los socios y los terceros, inaplicando el principio de separación del patrimonio de la persona jurídica y de los socios. Por tanto, se averigua el patrimonio personal de los socios para que éstos respondan solidariamente ante las deudas de la sociedad.
Sin perjuicio de lo anterior, es necesario distinguir entre esta teoría, y la acción de responsabilidad contra los administradores de una sociedad, pues esta responsabilidad viene dada por la gestión y toma de decisiones que tienen encomendadas dichos administradores, todo ello con la diligencia requerida por su cargo. Asimismo, también habría que prestar especial atención a los casos en los que, por ejemplo, un socio único es a su vez el administrador único de una sociedad, debiendo diferenciar entre si actuando como administrador no ha aplicado la debida diligencia, o como socio ha actuado fraudulentamente, buscando la protección de su patrimonio mediante la intermediación de la sociedad.
Requisitos y aplicación
Como se indica en el apartado anterior, la aplicación del levantamiento del velo es excepcional, debiendo atender a las circunstancias concretas de cada caso, pues justamente uno de los principios básicos de las personas jurídicas es precisamente la separación entre su patrimonio y el de los socios, ya que esta persona jurídica tiene patrimonio propio, con el que debería responder de las deudas contraídas. En resumidas cuentas, el actual ordenamiento jurídico está orquestado de forma que, normalmente, los socios no sean responsables de las deudas contraídas por la sociedad.
Ahora bien, con el paso del tiempo esta teoría ha evolucionado para adaptarse a las circunstancias actuales, siendo aplicada de forma subsidiaria junto con otras acciones, restringiéndose principalmente a las sociedades unipersonales para los casos en los que el resto de acciones legales, han sido ineficaces para la defensa de los derechos de crédito, si bien reiteramos que cada caso debe ser analizado individualmente por un profesional, puesto que no existe una normativa concreta que regule esta cuestión, y siendo bastante restrictiva su aplicación, deberemos acudir tanto a la doctrina como a la jurisprudencia a fin de aplicar el “levantamiento del velo” correctamente y con la mayor seguridad jurídica posible.
