El acuerdo al que llegó la Unión Europea el 5 de diciembre de 2017 en Bruselas consiguió la primera lista conjunta de países y territorios considerados Paraísos Fiscales

No es que justifique y defienda la existencia de los Paraísos Fiscales, pero si es interesante plantear un punto de vista diferente al que solemos ver en los medios de comunicación y en la política. Lo cierto es que estos territorios consiguen que el resto del mundo no acuerde unos impuestos con porcentajes mínimos que nos hagan prisioneros de la burocracia y políticos en los países que se autodenominan “ortodoxos”, es decir, aquellos con una tributación similar, que bien puede ser cualquiera de la Unión Europea, Estados Unidos de América o Rusia, por nombrar algunos.

Tengamos en cuenta, para el resto de este artículo, que esos países son igual de “Soberanos” que cualquier otro, por lo que ellos deciden su política fiscal.

Como prueba de la presión que las grandes potencias mundiales y el resto de los que le van a la zaga están batallando para eliminar los llamados “paraísos fiscales”, tenemos el último acuerdo al que llegaron los ministros de Finanzas de los Estados miembros de la Unión Europea durante su reunión en Bruselas el pasado 5 de diciembre de 2017.

Hasta ahora cada país, soberano de si mismo, confecciona su propia lista de paraísos fiscales, sin embargo, de esta reunión sale la primera lista conjunta de países y territorios que ahora llamaremos “no cooperadores en materia fiscal”. Tras horas de debate han incluido tan solo a 17 países o territorios por una razón concreta: no respeta las normas de “buena gobernanza fiscal acordadas”, que digo yo que son acordadas por ellos y que esas normas, que incluyen unos porcentajes, son los que a ellos les parecen correctos. Es decir, a los gobiernos de la Unión Europea les parece bien que el IRPF alcance hasta el 46% de los ingresos de una persona, parece ser que a ninguno le parece una barbaridad sustraerle casi la mitad de sus ingresos a una persona para, supuestamente, gastarlo en sanidad, justicia y educación… que si fuese esto cierto a mi me parecería casi bien. O que a una empresa le arrebaten el 25% de su beneficio para carreteras, seguridad y demás menesteres del Estado.

Pues bien, ahora determinan que esos 17 países no respetan sus normas y prácticamente eres un delincuente si tratas de mover tu dinero con ellos. Además, hay otros 47 países que se han comprometido a subsanar deficiencias de sus sistemas tributarios y a cumplir con los criterios requeridos por los de tributación “ortodoxa”, o sea, por los buenos, que como todos sabemos son los de la Unión Europea. Estos otros países “no cooperadores” deben ser muy malos y probablemente nos estén robando a todos por haber decidido que su política fiscal es “distinta” a la “ortodoxa”.

Bueno, pues al cumplir con los criterios requeridos por la Unión Europea ahora han dicho que le van a llamar “Buena Gobernanza” y claro está, quien no cumpla estos requisitos está realizando una pésima, malísima, gobernanza, a pesar de que en algunos se vive estupendamente y acumulan gran riqueza en sus entidades, pero claro, recordemos que no convienen por que son competencia “desleal”, así que ahora deciden acorralarlos.

La excusa obviamente es aumentar la presión y prevenir los “abusos fiscales” a gran escala como los llamados “papeles del paraíso” o los “panamá papers”, o también el terrorismo o el lavado de dinero… sin embargo no se persiguen los delitos generadores del dinero que luego hay que blanquear, como el tráfico de drogas, pues lo correcto, o ideal, sería ir a la génesis del delito, es decir, prevenir antes que curar. Y en cualquier caso, no digo que no se cometan delitos fiscales, pero realmente esta es la excusa, la realidad es que esos delitos se controlan y no suponen tanto como la trata de mujeres o el tráfico de armas y drogas, que realmente son más sencillos de controlar, pues debería atacarse en la producción, en las fábricas.

La idea de los ministros de finanzas es que se impongan sanciones disuasorias para todos los países que no acaten estas órdenes y quienes han contraído el compromiso de acatarlas lo deberán hacer de forma rápida y creíble.

Los 47 países que están en el ojo del huracán, a punto de ser incluidos, deben cumplir los criterios fijados para finales de 2018 o bien para 2019 si son considerados países en vías de desarrollo sin centros financieros.

Se ha decidido que la creación de esta lista sea un proceso dinámico, por ello continuará en 2018 y tendrá varias fases:

  1. Se comunicará a todos los países y territorios de la lista lo que tienen que hacer para ser retirados de la lista (en algunos países como la “República de Nauru” yo me pregunto dónde y a quién le van a enviar la comunicación).
  2. Se vigilará estrechamente a todos para garantizar que cumplen sus compromisos y determinar si alguno debe incluirse en la lista (seguramente se cree una comisión de mucha gente a la que habrá que pagar grandes sueldos para hacer esa vigilancia y por supuesto el dinero debe salir de los paraísos fiscales, que está allí escondido).

Se prevé publicar un primer informe para mediados de 2018 y que se actualice al menos una vez al año.

Los criterios que los Estados Miembros de la Unión Europea proponen para conseguir la “Transparencia Fiscal y Justicia Tributaria” así como Implementación de las medidas anti-beps, son los siguientes:

  1. Criterios de transparencia fiscal:

    • El país o territorio se compromete, incluyendo en su legislación, la aplicación efectiva que permita realizar intercambios de información estándar con todos los Estados Miembros de la Unión Europea, bien mediante la firma del Acuerdo Multilateral o bien a través de acuerdos Bilaterales con cada país.
    • El país o territorio debe contar con la calificación de “conforme en gran medida” otorgada por el Foro Mundial respecto del intercambio de información previa petición de la OCDE.
    • Deben ratificar, comprometerse a hacerlo o estar en proceso de ratificación, el Convenio Multilateral de asistencia administrativa mutua en materia fiscal de la OCDE.
    • Deben contar con una red de mecanismos de intercambio antes de que termine 2018 permitiendo el efectivo intercambio de información, tanto previa petición como de forma automática.

Se considerará además la posibilidad de incluir en la lista de la Unión Europea a aquellos países y territorios que figuren como paraíso fiscal en la lista que elabora la OCDE y los miembros del G-20 como países y territorios “no cooperadores”, independientemente de los criterios anteriores.

  1. Criterios de justicia tributaria:

    • No aplicar medidas fiscales preferentes que pudieran considerarse perniciosas con arreglo a los criterios de la Unión Europea (lo dicho, los que unos consideran perniciosos para otros son su modo de vida y su gran fuente de ingresos).
    • No deben facilitar la existencia de estructuras o mecanismos destinados a atraer beneficios que no reflejen una actividad económica real.

 

  1. Medidas contra la erosión de la base imponible y traslado de beneficios:

    • Se deben comprometer a adoptar y aplicar de manera sistemática los criterios mínimos de la OCDE contra la erosión de la base imponible y traslado de beneficios antes del final de 2017.
    • Ser objeto de una evaluación positiva en relación con la aplicación efectiva de las normas de la OCDE.

Finalmente, os dejamos a continuación la lista de los 17 países o territorios que la Unión Europea considera, tras esta reunión, paraísos fiscales o “no cooperantes”, pero ¡ojo! todavía no se ha publicado esta lista dentro de una Directiva ni se ha transcrito a ninguna Ley interna de ningún país:

  • Samoa Americana
  • Baréin
  • Barbados
  • Granada
  • Guam
  • República de Corea
  • Macao SAR
  • Islas Marshall
  • Mongolia
  • Namibia
  • Palau
  • Panamá
  • Santa Lucía
  • Samoa
  • Trinidad y Tobago
  • Túnez
  • Emiratos Árabes Unidos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.